Por Luz Janeth Ortegon en colaboración con Oscar Riano
El pasado 12 de mayo de 2022 el actual embajador de Colombia a Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón Bueno, visitó las instalaciones de la facultad de Leyes en la Universidad de Washington – St. Louis con un propósito claro: Presentar una breve historia de la primera relación diplomática que Estados Unidos tuvo con algún otro país (Colombia) y resaltar las características que hacen de Colombia el aliado más importante que el gobierno americano ha tenido en la región. En su charla, el embajador Pinzón destacó aspectos importantes del país tales como características culturales de la población colombiana, geográficos y biodiversidad, infraestructura, datos de exportaciones a los EEUU, digitalización y conectividad, crecimiento económico sostenido desde 1969 – el mejor en la región y la ausencia de periodos de hiperinflación que otros países en Latinoamérica han experimentado, y el respaldo a los Estados Unidos en varios temas políticos de interés global. Esta visita es parte de las actividades de conmemoración de las relaciones entre ambos países y concluyó con un tiempo de preguntas y respuestas, fotografías con los asistentes y un tour del edificio de la facultad.
Aquí relacionamos su visita con el motivo de la visita a nuestra ciudad y de que trato el tema de su conferencia.
Participaron varios personajes de las organizaciones constituidas en nuestra ciudad y a su vez estudiantes y miembros de la Universidad de Washington de St. Louis Missouri.
Colombia y Estados Unidos llevan 200 años de relación. De hecho, el primer diplomático de América Latina que llegó a la ciudad de Washington, D.C. fue de origen colombiano. Desde ahí han surgido innumerables hitos que han contribuido al desarrollo de una fuerte relación en materia de seguridad nacional, comercio, y alineación política en asuntos multilaterales, logrando su consolidación a un máximo nivel.
El presidente Joe Biden es un gran aliado de Colombia, él ha estado involucrado desde el Plan Colombia hasta la aprobación del Tratado de Libre Comercio, inclusive en el acceso de Colombia como socio global de la OTAN. El futuro de la relación tiene que estar enfocado en desarrollar oportunidades alrededor de estas grandes alianzas que nos permitan tener mayor acceso a la educación, tecnología, generar mayor inversión y comercio bilateral. Colombia tiene un enorme potencial para fortalecer su relación estratégica con los EE. UU., aprovechando al máximo las oportunidades que esta ofrece.
Por ejemplo, en materia de servicios y tecnología, Colombia tiene una población joven con buen potencial de educación y bilingüismo que permite atraer inversión estadounidense en BPO, software y producción audiovisual. Empresas americanas como Sitel, prestadora de servicios de “call center” a mercados angloparlantes, se han instalado en nuestro país generando 7000 empleos. Sin duda, la película “Encanto” es otro gran ejemplo del interés que Colombia despierta en compañías americanas de gran reconocimiento mundial, como Disney y Netflix.
Colombia además de ser un gran aliado para los EE. UU. en la lucha contra el cambio climático, es un país que está comprometido con la transición energética hacia fuentes renovables. El calentamiento global que estamos viviendo hoy en día, nos marca las pautas hacia una trasformación en la oferta y demanda, mucho más consciente y responsable con el medio ambiente. La revolución verde es inevitable, así que, si logramos una transición hacia la sostenibilidad en nuestra economía y sociedad, conseguiremos mayores oportunidades comerciales con los EE. UU.
Existen grandes retos en el futuro de la relación comercial bilateral con los EE. UU. Es evidente que en los primeros 10 años del TLC, hemos tenido grandes logros en servicios e inversión, pero en exportaciones no tanto. Por esta razón, debemos ponernos mucho más firmes en el fortalecimiento de nuestra oferta exportadora, con el objetivo de aprovechar las ventajas arancelarias del TLC.
Desde la entrada en vigor del acuerdo, hemos logrado el acceso sanitario y fitosanitario de más de 100 productos agrícolas colombianos al mercado estadounidense, tales como las uchuvas, aguacate hass, hierbas aromáticas, etc. El año pasado, logramos el acceso a mango fresco y pimentones, y estamos a la espera de los primeros contenedores en los próximos meses. Sin embargo, necesitamos que un mayor número de productos agrícolas ingresen a los EE. UU. y que los procesos de acceso sanitario sean más expeditos. De esta manera, se podría lograr rápidamente el acceso a carne bovina, carne aviar, pitahaya, maracuyá, y melón, entre otras frutas.
La eliminación de barreras al comercio es fundamental para lograr un mejor aprovechamiento del TLC con los EE. UU. En el caso de las manufacturas, vamos a seguir trabajando en la remoción de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio. En el sector textil y confecciones, necesitamos alcanzar una integración real para que nuestros productos puedan acceder el mercado norteamericano, aprovechando la tendencia del “Nearshoring”. Estamos igualmente trabajando para que los productos derivados del aceite de palma superen las dificultades y logren su acceso.
Finalmente, la relación estratégica entre Colombia y EE. UU. ofrece grandes oportunidades y permite un mejor aprovechamiento del TLC en los próximos años. Como Embajador, pienso que un diálogo franco y respetuoso con nuestros amigos de EE. UU. es clave para avanzar en los retos pendientes.
Al reflexionar sobre dos siglos de relaciones, nos sentimos orgullosos de nuestra historia compartida de progreso y esperamos tener 200 años más de amistad. Al mismo tiempo, consideramos los increíbles avances logrados en nuestra relación comercial durante una década de cooperación económica en el marco del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Colombia.
Este año también marca el décimo aniversario de nuestro Tratado de Libre Comercio. El acuerdo permitió el acceso preferencial a inversionistas colombianos y amplió el acceso de productos colombianos a los mercados estadounidenses, y estableció procedimientos basados en un compromiso mutuo con la transparencia y el estado de derecho. Igualó las condiciones para inversionistas estadounidenses, que representan la mayor inversión en Colombia, al tiempo que comprometió a ambas naciones a reforzar la protección del trabajo y el medio ambiente y a abrir nuevas oportunidades para nuestros trabajadores, fabricantes y agricultores.
El Tratado de Libre Comercio ha sido clave para nuestra recuperación económica conjunta. En 2021, nuestro comercio bilateral de bienes alcanzó los niveles más altos desde 2015. Las exportaciones estadounidenses a Colombia aumentaron casi un 37%, especialmente en lo que respecta al maíz, la harina de soya y las piezas de aeronaves. Las exportaciones colombianas a EE.UU. también se beneficiaron, con exportaciones de café que batieron récords de casi mil millones de dólares. En los primeros nueve meses de 2021, la inversión extranjera directa de Estados Unidos en Colombia aumentó más del 22 por ciento en comparación con el mismo período de 2020.
La Administración Biden-Harris ha priorizado el fortalecimiento de la relación económica y comercial, y las comunidades empresariales de Estados Unidos y Colombia están liderando el esfuerzo con tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial y las telecomunicaciones 5G. Aplaudo los esfuerzos de Colombia por ampliar la conectividad; también debemos garantizar que las nuevas tecnologías protejan la privacidad, hagan que nuestras democracias sean más fuertes y apoyen un Internet seguro, abierto e interoperable. Queremos asociarnos con Colombia para dar forma a un comportamiento responsable en torno a las tecnologías emergentes.
También tenemos una creciente cooperación bilateral para proteger nuestro mundo de los estragos del cambio climático. Estados Unidos se ha comprometido a limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius, y en Glasgow, Colombia anunció ambiciosos objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, detener la deforestación y establecer zonas marinas protegidas. Estamos dispuestos a aumentar nuestro apoyo para ayudar a Colombia a alcanzar sus metas climáticas.
Este año de aniversarios es una oportunidad para que ampliemos el progreso y preparemos el terreno para unas relaciones bilaterales exitosas en los años venideros. Espero seguir trabajando en colaboración con el sector privado para fomentar la paz y la prosperidad de ambas naciones.
Fans