La asombrosa historia de la mujer que sobrevivió gracias a dos trasplantes.

Katie Mitchell recibió un doble trasplante de corazón y pulmón debido a una condición médica

2025-10-25

La historia de Katie Mitchell: 38 años de vida gracias a un doble trasplante que marcó historia en el Reino Unido

The
astonishing story of the woman who continues to live after undergoing two
transplants.<o:p></o:p>Katie
Mitchell ha hecho historia en el Reino Unido al convertirse en la persona que
más tiempo ha vivido después de recibir un trasplante combinado de corazón y
pulmón.<o:p></o:p>Katie Mitchell has made history in the United Kingdom
by becoming the longest-living patient after undergoing a combined heart and
lung transplant.<o:p></o:p>Su
cirugía tuvo lugar hace 38 años, cuando apenas tenía 15 años, luego de ser
diagnosticada con una rara enfermedad cardíaca llamada síndrome de Eisenmenger.<o:p></o:p>Her surgery took place 38 years ago, when she was only
15, after being diagnosed with a rare heart condition known as Eisenmenger
syndrome.<o:p></o:p>Mitchell
recuerda este aniversario como un momento lleno de gratitud hacia la persona
que le dio una segunda oportunidad.<o:p></o:p>Mitchell recalls this anniversary as a moment filled
with gratitude toward the person who gave her a second chance at life.<o:p></o:p>“Solo
sé que era una mujer joven”, dice con emoción. “Su familia tomó una decisión
increíble en medio del dolor. Gracias a ellos sigo aquí”.

<o:p></o:p>“I only know she was a young woman,” she says
emotionally. “Her family made an incredible decision during a painful time. Because of them, I am still
here.”<o:p></o:p>Anthony
Clarkson, portavoz del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS),
describió la cirugía como un procedimiento “raro y extremadamente complejo”,
destacando que la historia de Katie demuestra el poder transformador de la
donación de órganos.<o:p></o:p>Anthony Clarkson, spokesperson for the UK’s National
Health Service (NHS), described the surgery as a “rare and extremely complex
procedure,” emphasizing that Katie’s story highlights the life-changing impact
of organ donation.<o:p></o:p>Katie
fue diagnosticada con el síndrome de Eisenmenger a los 11 años. Su corazón
bombeaba sangre con gran esfuerzo debido a una presión muy alta en las arterias
pulmonares, lo que afectaba tanto sus pulmones como su corazón.<o:p></o:p>Katie was diagnosed with Eisenmenger syndrome at age
11. Her heart had to work hard against high blood pressure in the pulmonary
arteries, damaging both her lungs and her heart.<o:p></o:p>En
aquel tiempo, hace más de cuatro décadas, no existía tratamiento para su
condición.<o:p></o:p>At that time, more than four decades ago, there was no
treatment available for her condition.

<o:p></o:p>“Me
sentía tan enferma que subir una escalera me tomaba casi 15 minutos”, recuerda
Katie. “Mis labios, mejillas y uñas estaban siempre azules por la falta de
oxígeno”.<o:p></o:p>“I was so sick that climbing stairs took me almost 15
minutes,” Katie recalls. “My lips, cheeks, and nails were always blue due to
lack of oxygen.”<o:p></o:p>Pero
tras la operación, su vida cambió por completo. “Cuando desperté del
trasplante, estaba rosada. Todos lo notaron. Respirar era fácil otra vez.”<o:p></o:p>But after the operation, her life changed completely.
“When I woke up from the transplant, I was pink again. Everyone noticed. Breathing
felt easy again.”<o:p></o:p>Su
trasplante se realizó en septiembre de 1987, un procedimiento que incluso hoy
se considera poco común: apenas se realizan cinco trasplantes combinados de corazón y pulmón al
año en todo el Reino Unido.<o:p></o:p>Her transplant took place in September 1987, a
procedure still considered rare today — only about five combined heart-lung
transplants are performed each year in the UK.<o:p></o:p>“Es
difícil poner en palabras lo que siento”, comenta Katie. “Ser la persona que
más tiempo ha vivido con este tipo de trasplante es algo que nunca imaginé.”

<o:p></o:p>“It’s hard to put into words what I feel,” Katie says.
“Being the person who has lived the longest after this kind of transplant is
something I never imagined.”<o:p></o:p>Katie
asegura que cada año, en el aniversario de su trasplante, piensa en su donante
y su familia. “Me dieron el regalo más grande de todos: una vida normal.”<o:p></o:p>Katie says that every year, on the anniversary of her
transplant, she thinks about her donor and their family. “They gave me the
greatest gift of all — a normal life.”<o:p></o:p>El
cirujano especialista en trasplantes, Aaron Ranasinghe, explicó que la tasa de
supervivencia inicial de este tipo de operaciones ronda el 85%, pero solo la
mitad de los pacientes vive más de una década.<o:p></o:p>Transplant specialist Aaron Ranasinghe explained that
the early survival rate for this type of operation is around 85%, but only half
of patients live more than a decade afterward.<o:p></o:p>“Por
eso, el caso de Katie es realmente extraordinario”, afirmó el médico.<o:p></o:p>“That’s why Katie’s case is truly extraordinary,” said
the doctor.<o:p></o:p>Actualmente,
solo 12 personas esperan un trasplante combinado de corazón y pulmón en el
Reino Unido, mientras que más de 8,000 pacientes aguardan algún tipo de órgano.<o:p></o:p>Currently, only 12 people are waiting for a combined
heart and lung transplant in the UK, while more than 8,000 patients are waiting
for some type of organ.<o:p></o:p>En
la última década, más de 800 personas en Londres han fallecido antes de recibir
un trasplante, según datos oficiales.<o:p></o:p>In the last decade, more than 800 people in London have
died before receiving a transplant, according to official data.<o:p></o:p>Clarkson
subraya que la historia de Katie Mitchell es “una inspiración que muestra cómo
la donación de órganos puede salvar y transformar vidas”.<o:p></o:p>Clarkson emphasizes that Katie Mitchell’s story is “an
inspiring reminder of how organ donation saves and transforms lives.”<o:p></o:p>“Todos
aceptaríamos un órgano si lo necesitáramos”, agrega. “Pero aún no hay
suficientes donantes.”<o:p></o:p>“We would all accept an organ if we needed one,” he
adds. “But there still aren’t enough donors.”<o:p></o:p>Katie
Mitchell, con una sonrisa tranquila y una vida llena de gratitud, sigue siendo
el testimonio viviente de que un solo acto de generosidad puede extenderse por
décadas.<o:p></o:p>Katie Mitchell, with a calm smile and a
life full of gratitude, remains living proof that one act of generosity can
last for decades.<o:p></o:p>

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