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POR HÉCTOR BENÍTEZ CAÑAS
En Estados Unidos existe la llamada Ley de los Diez Años para la legalización de inmigrantes. Así se le conoce comúnmente. Una persona con más de diez años ininterrumpidos en el país, puede llegar a la residencia permanente. Hasta ahí suena maravilloso, pero esa figura amerita algunos elementos.
Por ejemplo, que la persona se encuentre efectivamente en un proceso de deportación ante un juez de inmigración. Pero no solamente eso, sino que no se le haya entregado un documento de cargos por parte de las autoridades migratorias para tratar de removerlo.
El segundo elemento es que la persona pueda demostrar —y aquí es donde viene la parte compleja— que su deportación causaría un daño inusual y extremo a un tercer calificado. En este caso, que sea ciudadano americano o residente permanente, por ejemplo, esposos, esposas o hijos que sean ciudadanos.
Entonces, lo que busca la figura no es tanto la protección del inmigrante que entró de forma indocumentada o se mantuvo en esa condición en el país a lo largo de diez años. Más bien, protege a la persona a quien dejaría sin su “asistencia”, que pueda sufrir un daño inusual
No es tener un hijo americano y automáticamente calificar. Ese hijo tendría que vivir ciertamente unas condiciones muy complejas para que, ante una eventual partida de Estados Unidos, pueda verse afectado. Es decir, con tratamientos médicos que no pueda recibir en el país adonde sería eventualmente deportado, o que el padre o la madre tengan una carga familiar muy pesada, sin capacidad para trabajar o en una condición de discapacidad.
Los oficiales de inmigración usualmente piden muchísima evidencia en estos casos. Nadie debe creerse que es un camino fácil y, estadísticamente hablando, sus porcentajes de éxito son bastante bajos. Obviamente, si no hay otra salida o alivio migratorio disponible, la persona ya está en un proceso de deportación y tiene condiciones familiares complejas, pues debe intentarlo.
En este sentido, hago un llamado a que la gente tenga cuidado con dichos procesos. Existen personas que se hacen pasar por abogados e inducen a los inmigrantes a una incorporación forzosa a procesos de deportación. Los invitan, por ejemplo, a presentar casos de asilo para entrar en la dinámica de las Cortes. Mucha precaución con tales estrategias.
https://www.benmelegal.org/
https://youtube.com/channel/UCuG7j4aSmu4sfuhN-W_bYzA
* Héctor Benítez Cañas es abogado de inmigración en Miami. Su firma de abogados Benme Legal se dedica a la práctica exclusiva de la Ley de Inmigración en el trámite de visas para inversionistas, profesionales, deportistas, artistas, entre otros; así como a procesos de naturalización y defensivos ante los Tribunales de Inmigración de Estados Unidos, entre los que destaca el Asilo Defensivo y la Cancelación de la Remoción.
Can Immigrants Legalize Their Status After Ten Years in the U.S.?
BY HÉCTOR BENÍTEZ CAÑAS
In the United States, there is what is commonly known as the Ten-Year Law for the legalization of immigrants. A person with more than ten uninterrupted years in the country may qualify for permanent residency. It sounds wonderful, but this status requires certain elements.
For instance, the person must be actively in a deportation process before an immigration judge. Not only that, but they must not have been served with a charging document by immigration authorities attempting to remove them.
The second element is that the person can demonstrate—and this is where the complexity arises—that their deportation would cause unusual and extreme hardship to a qualified third party. In this case, the third party should be a U.S. citizen or a permanent resident, such as spouses or children who are citizens.
So, the goal of this provision is not so much to protect the immigrant who entered the country undocumented or maintained that status for ten years. Instead, it aims to protect the person who would be left without their "support" and could suffer unusual hardship
It's not about having an American child and automatically qualifying. That child would have to be living under very complex conditions, such as requiring medical treatments that they couldn't receive in the country to which the parent would potentially be deported, or the parent having a heavy family burden, being unable to work, or in a condition of disability.
Immigration officers typically demand a substantial amount of evidence in these cases. No one should believe it is an easy path, and statistically speaking, success rates are quite low. Obviously, if there is no other available immigration relief, the person is already in a deportation process, and there are complex family conditions, then it is worth a try.
In this regard, I urge people to be cautious about such processes. There are individuals who pose as lawyers and push immigrants into forced participation in deportation proceedings. They may encourage, for example, the filing of asylum cases to get involved in the court dynamics. Exercise caution with such strategies.
Héctor Benítez Cañas is an immigration lawyer in Miami. His law firm, Benme Legal, specializes exclusively in Immigration Law, handling visa processes for investors, professionals, athletes, artists, among others. They also handle naturalization processes and defenses before U.S. Immigration Courts, including Defensive Asylum and Removal Cancellation
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